Haciendo la Magia
una Realidad

Mi hija y yo queríamos ir al cine, yo sabía que solamente tenia un billete de veinte dólares en mi cartera. Mientras me alistaba y antes de tomar la decisión de ir al cajero automático, le dije al Universo en voz alta: “¿Sabes qué? ¿Creo que deberías pagar por la película, no te parece? ¿Es posible? ¿Te sería posible hacer esto por nosotras? ¡Yo creo que si puedes!” Después me dije a mi misma: “Hay infinidad de maneras en que esto pueda pasar, incluso podría encontrar algo de dinero afuera en la calle, ¿verdad?”

Poco tiempo después salí sin pensar mucho en eso y con una gran sonrisa en mi rostro. Pero por alguna razón, decidí revisar mi bolso para ver si había más dinero en alguna parte dentro del bolso. Incluso tomé el billete de veinte dólares tratando de ver si quizás tenía otro billete pegado. Desde luego no pude encontrar nada más, ni siquiera algunas monedas.

Le dije a mi hija que aún deberíamos pasar por el cajero automático y ver si podríamos sacar más dinero. Para ser honesta con contigo, no pensé que tuviéramos más dinero en el banco, así que cuando llegué al cajero automático no verifiqué el saldo. En lugar de esto, simplemente presioné el botón para retirar y elegí la opción de sacar cuarenta dólares mientras que mi hija y yo cruzábamos los dedos. Para nuestra sorpresa, la transacción fue aprobada y obtuvimos dos billetes de veinte dólares. Estábamos tan contentas que celebramos haciendo un pequeño baile agradeciendo al Universo por ello.

El cajero automático me dio dos billetes de veinte dólares. Entonces, hasta este momento, yo tenía tres billetes de veinte dólares en mi cartera, para un total de sesenta dólares. No sé por qué, pero tuve la urgencia de revisar mi bolso nuevamente, tomando los tres billetes de veinte dólares, tal vez con la esperanza de que hubiera otro billete "accidentalmente" pegado uno con el otro.

Todavía estábamos felices y celebrando la idea de que realmente podríamos ir al cine y divertirnos un poco. El costo de las entradas era actualmente veinte dólares. Decidí hacer una broma con el cajero, preguntándole si tenía algún descuento para las películas. Dijo que no, pero que deseaba poder ayudarme. Luego dijo: “¿sabes qué? Te voy a cobrar diecinueve dólares en lugar de veinte.

Mi hija y yo nos miramos, le agradecimos al cajero y celebramos una vez más. Le di uno de los billetes de veinte dólares y él me devolvió un billete de un dólar. Saqué los otros dos billetes de veinte dólares de mi cartera, agregué el billete de un dólar y verifiqué nuevamente cada billete aun esperando que ocurriera un milagro, pero nada ... todavía.

Entonces, hasta ese momento, yo tenía un total de cuarenta y un dólares en mi cartera. Dos billetes de veinte dólares y un billete de un dólar.

Perdonen que sigo repitiendo acerca de la cantidad de billetes que tenía en mi bolso, es sólo que, en ese momento eso era exactamente lo que estaba haciendo, contando y mirando una y otra veztodos los billetes, ¿esperando el milagro? Supongo. Para que sepas, ésta era la primera vez en mi vida que tuve tantas ganas de seguir buscando y contar el dinero ...

Después de la película mi hija me dijo que quería comer donas y que, como teníamos un poco de dinero extra, pensó que podíamos hacerlo. Le dije: "sí, ¿por qué no?"

Nos dirigimos al lugar de donas más cercano y pedimos media docena de donas. Me dijeron que iban a ser once dólares. Pensé que era un poco extraño que eran exactamente once dólares y que entonces sólo les tendría que dar uno de los billetes de veinte dólares y el billete de un dólar que el cajero me había dado unas horas atrás.

Una vez más, todavía no sé por qué estaba tan obsesionada con el número exacto de billetes que tenía y por qué estaba teniendo un proceso de pensamiento tan detallado en mi cabeza, como si estuviera realmente presente y prestando atención a cada paso y pensamiento que estaba teniendo. Esto era tan nuevo para mí porque nunca pienso de esta manera o hago este tipo de cosas jajaja.

Finalmente, cuando llegó el momento de pagar por las donas, tomé mi bolso y saqué todos los billetes que tenía, pero para mi sorpresa, cuando saqué el dinero, me di cuenta de que tenía, de alguna manera, TRES billetes de veinte dólares y UN billete de un dólar en mis manos. No podía creerlo, así que conté el dinero una y otra vez pensando que, tal vez, ¿estaba contando mal?

En este momento, mientras trataba de decirle a mi hija lo que acababa de pasar y lo que yo le había pedido al Universo antes de salir de la casa, mi corazón estaba acelerado y mi voz estaba muy temblorosa.

Pero ¿cómo fue posible?

¿Recuerdas que al principio de la historia estaba diciendo que le había pedido al Universo que pagara por nuestra película? Bueno, El/Ella/Esto literalmente lo hizo. Este fue por mucho un momento muy mágico y maravilloso para mí.

Sé que mucha gente diría que, tal vez, yo había contado mal el dinero, pero sé que no lo hice, porque por eso repetí tantas veces mis palabras, dejándote saber la cantidad de veces que había contado el dinero. Además, nunca antes había contado mi dinero tantas veces y sin ninguna razón. Esto fue como un impulso más, una urgencia o tal vez una intuición.

A parte de eso, como mencioné antes, cada vez que contaba el dinero; sólo veía un billete de veinte dólares, luego los tres billetes de veinte dólares, luego los dos billetes de veinte dólares y el billete de un dólar. Finalmente, como por arte de magia, los tres billetes de veinte dólares y un billete de un dólar. Así que no sólo el Universo pagó por nuestra película, sino que también me dio un dólar extra. ¡¡¡Increíble e inexplicable!!!